No vuelvas a contratar humanos
La campaña publicitaria de una startup americana no podía caer en peor momento.
La primera valla se instaló a finales de octubre de 2024.
“Stop Hiring Humans”, decía, sugiriendo contratar en cambio a Ava, una “BDR” de Inteligencia Artificial.
(BDR -Business Development Representative- es un profesional experto en la identificación y creación de oportunidades de negocio para vender productos o servicios a otras empresas - una vendedora especializada en encontrar y cultivar leads).
Habrás notado que Ava es el mismo nombre de la protagonista ginoide de “Ex machina”, película que cubrimos aquí en mrgnt.
Luego llegaron las demás vallas: algunas con el mismo mensaje, otras con ligeras variaciones - por ejemplo anunciando la era de los “empleados de IA” o invitando a contratar “Artisans” y no humanos.
Artisan es la empresa detrás de la campaña y los Artisans son sus Empleados Sintéticos, agentes de IA sofisticados que pueden hacer el trabajo de un ser humano.
“Los Artisans no se quejan del equilibrio vida/trabajo” y “no llegan con resaca al trabajo”: además “humans are so 2023”.
El mensaje no venía con rodeos, y la reacción fue igual de directa - en ambas direcciones.
Indignación y ventas.
Si hacemos publicidad es para llamar la atención. Desde el siglo XIX está claro que la necesitamos para luego obtener Interés, Deseo y Acción.
El reto es aún mayor en la era del contenido infinito; si tu target está en San Francisco y quieres venderle un producto tecnológico, ni hablar - demasiado ruido.
Frente a esta situación el CEO de Artisan aprobó el mensaje provocador, plantó las semillas en la calle y en varias redes sociales y… ganó la apuesta.
La indignación por el mensaje distópico puso a la gente a hablar; los medios cubrieron el fenómeno y los algoritmos hicieron el resto. La campaña se viralizó.
“El impacto superó nuestras expectativas más ambiciosas”, dice Jaspar Carmichael-Jack: “Cuando conozco gente nueva en San Francisco, el 70% de las veces conocen a Artisan y lo que hacemos. Antes, ese número rondaba el 5%. Nos han reservado miles de reuniones de ventas”.
Este éxito con su audiencia (y las ventas asociadas) le permitirá a Artisan:
lanzar más rápido su dos próximos empleados de IA (después de Ava llegarán Liam en Marketing y James en Customer Success) y
avanzar en su nivel de autonomía (vamos en 2 de 5: ahora requieren supervisión mínima pero van por decisiones en escenarios complejos).
Del público en general llegaron las reacciones negativas: escarnio, insultos y… amenazas de muerte.
Miles de ellas.
Ahí es donde la cosa se pone dramática y preocupante.
Jugando con fuego
Frente a una campaña publicitaria, te puede gustar el copy o no; tal vez entres en sintonía con el arte o no; es posible que la comentes con tus amigos o no.
Lo que no debería pasar es que le escribas amenazas de muerte al CEO del anunciante - pero es exactamente lo que han hecho miles de personas.
¿Por qué pasó? ¿Qué movió a tantos a una reacción tan violenta?
Creo que la lectura es que “con esto no se juega”. El trabajador del conocimiento es un animal herido, ad portas de perder su lugar en la cumbre de la jerarquía empresarial, y no le gusta ver a un tipo burlándose de su futuro desempleo (y lucrando de él).
Está bien la búsqueda de la eficiencia, pero que no se obtenga a mis costas. Decían que con aprender a usar la IA sería suficiente, pero ahora parece que no sirvo para nada. Esto no es lo que quiero escuchar: ¿no se supone que siempre iba a haber un humano en el centro?
Preocupaciones legítimas; conversaciones que hay que tener. Pero… ¿Qué significa que tantos hayan llegado al extremo de la amenaza de muerte?
De inmediato conecté esta situación con otro suceso que ha ocupado las primeras planas y las redes sociales: el asesinato del CEO de UnitedHealtcare de la mano - al parecer- de un Robin Hood anti-sistema.
Brian Thompson -la víctima- lideraba una aseguradora de salud, acusada de sistemáticamente “retrasar” y “negar” los reembolsos (las mismas palabras que estaban incisas en los casquillos de las balas encontradas en el lugar).
Luigi Mangione (el principal sospechoso) tomó la cuestión en sus manos y el día 4 de diciembre pasado lo mató a sangre fría.
En las horas siguientes, las redes sociales se llenaron de mensajes. No de condolencias, sino de apoyo a Mangione.
Una encuesta reporta que la percepción del asesino es más positiva que la de la víctima (o de su empresa, o de su sector).
Otra industria, otra historia: es cierto.
Pero muchos estarán preguntándose: ¿qué pasará si la IA impactará sobre el empleo tanto cómo algunos dicen?
¿Será que los CEOs de Big Tech, startups y unicornios van a ser una categoría de alto riesgo?
Que es una realidad, los agentes 2025 y la era de productividad.. se vienen cambios importantes.... Es vital que todo ser humano conozca de IA y las habilidades blandas