La espiral positiva de la Realidad Aumentada
Las gafas AR perfectas no van a llegar mañana: es un proceso. La buena noticia es que ya vamos avanzando bien, cómo lo demuestran las novedades anunciadas en el CES.
En 8 años los celulares serán aparatos para nostálgicos. La interfaz más común estará pegada a nuestro cuerpo - empezando por las gafas de Realidad Aumentada (AR). Lo dice el CEO de Nokia con la tranquilidad que le da dedicarse solo a redes de transmisión, habiendo vendido el negocio de móviles a Microsoft en 2013.
Para que esta predicción se dé, hardware y software deben avanzar mucho. De un lado miniaturización, duración de baterías y emisión de calor; del otro interfaz, ecosistemas y casos de uso.
Ya nos estamos moviendo en esa dirección. Mientras llegan los Apple Glass, un buen ejemplo son los TCL RayNeo x2 - un nombre que suena sencillo frente a la descripción técnica (binocular full-color micro-LED optical waveguide AR glasses).
Se lanzaron en el CES; puedes ver el video de 4’ acá. Estarán disponibles para desarrolladores pronto, y para el público a mitad de año.
Me impactó cómo TCL atacó de frente la pregunta clave: ¿para que quiero usar estas gafas? La respuesta -por ahora- son cuatro casos de uso: información, navegación, traducción y fotografía. En otras palabras: la reunión de algunos productos de la competencia en un solo aparato, en línea con el prototipo que presentó Xiaomi pero listo para el mercado.
No obstante lo que decía el también chino Mao Zedong (“toda larga marcha empieza con un pequeño paso”), es difícil imaginar millones de personas usando gafas así.
En primer lugar, la competencia es demasiado potente. Tomemos por ejemplo la navegación; en el carro ya tenemos pantalla conectada; a pie o en el transporte público podemos sacar el celular (en América Latina se aconseja discreción). Queda la moto (pero vamos con casco) o… la bicicleta (protagonista en los ejemplos basados en AR pero que representa un mercado limitado).
También pesa el “factor nerdo”: si voy a traducir el menú del mandarín, todavía es más aceptable usar el celular que manosear unas grandes gafas negras.
El costo (que imagino alrededor de los 1,000 USD) remata y termina de limitar el Total Addressable Market: es para entusiastas, desarrolladores y empleados de TCL.
Y es normal que sea así.
¿Quienes de la Gen X tuvimos celular en el carro? ¿Cuántos Millennials compraron las Oculus 1? Sabemos que las primeras generaciones no nacen para la difusión masiva: su misión es empezar a activar el ecosistema.
Por esto gran parte de los aparatos actuales están pensados para desarrolladores, para que ellos hagan su magia y generen experiencias atractivas. Estas últimas atraen al consumidor, que abre la billetera y contribuye a la adopción inicial - y al desarrollo de la segunda generación. Los números entonces crecen, y atraen más desarrolladores - esta es la espiral positiva que todos sueñan para una nueva categoría.
La buena noticia es que ya varios players -además de TCL- le dan fuerza a esta espiral: la mencionada (Xiaomi), el que se hace esperar (Apple), el que va mass market (Meta, con sus Ray Ban), la ultranerda arrepentida (Google), la que se adelantó al mercado también (Snap), la industrial (Microsoft), la que se integra con tu PC (Lenovo) etc etc etc
No sabemos para cuando tendremos difusión masiva. Lo que sí sabemos: cada una de estas empresas cree que estamos preparados para más inmersión en nuestras experiencias digitales.
Están convencidas que llegaremos pronto a una nueva “realidad digital” - y yo también. Y tú, ¿qué opinas?