El paréntesis de Lumière
Se vienen cambios para actores, actrices, modelos - y con ellos toda la industria de la producción audiovisual. Se acaba la “pretensión de realidad” - y toda una época.
“Nos quedamos estupefactos ante esta visión, estupefactos y sorprendidos más allá de toda expresión. Al final del espectáculo hubo un caos total. Todos se preguntaban cómo se obtuvo tal resultado”.
Son las palabras de un asistente a la proyección de la primera película de los hermanos Lumière, en diciembre de 1895.
No había visto “Avengers: Infinity War” ni “La Forma Del Agua”: solo 50 segundos de unos trabajadores saliendo de una fábrica.
Era la primera vez que se podía ver la representación real y dinámica de un ser humano. La fotografía había abierto el camino unas décadas antes, pero el movimiento lo cambió todo.
Antes no había manera (o medio) de sustituir la experiencia directa; a partir de ese momento -para ponerlo con las palabras de un “crítico” de la época- fue posible “ver nuestras familias nuevamente una vez ya no estén”.
Después vino el gran cine de principios de siglo XX, la revolución de la TV, el cable, el streaming y el Universo Cinemático Marvel.
Ahora esta etapa podría estar acercándose al final - cortesía de la mamá de todas las disrupciones: la Inteligencia Artificial.
Tal vez en mil años les dé risa pensar que entre 1895 y 2030 para representar un ser humano en pantalla había que haberlo tenido un tiempo frente a una cámara…
El fin de la “pretensión de realidad”
Lo que predigo se va a acabar pronto es la “pretensión de realidad” de los medios visuales.
Vamos a volver a la etapa anterior (pre paréntesis) donde cualquier representación humana era obviamente ficticia, no real.
La Mona Lisa (o un Caravaggio) podía asombrar por realismo pero se sabía que detrás de su factura había horas y horas de meticuloso trabajo: una reconstrucción desde la vista, la memoria - o la fantasía.
En cambio una fotografía se consideró durante décadas como una aproximación casi perfecta de lo real; más aún el video, más complejo de photoshopear.
Pronto, cualquier imágen estática o en movimiento estará compuesta de ingredientes variables en sus proporciones:
Una IA generativa (o más)
Material de referencia
Manipulaciones sucesivas.
Un ingrediente será solamente opcional: la intervención de un ser humano.
En la parte creativa no será necesario, ya que cualquier IA ya hoy puede escribir un prompt y afinarlo.
Y en el modelaje menos: hay suficiente material “básico” para crear sintéticamente cualquier semblanza humana habida y por haber.
Esto ya es verdad en la fotografía - ver ejemplo de Getty Images; pronto lo será en video.
En 2030 (vuelvo a predecir) será imposible distinguir sintético de “real”. Más aún: será irrelevante. Todo habrá vuelto a su dimensión fantástica e imaginativa.
Seguiremos siendo protagonistas de las historias, pero no de su construcción.
Al menos por un rato.